martes, 15 de octubre de 2013

PASSION

Protagonistas de nuestras vidas. Abrimos nuestros párpados al despertar y comienza la obra.
A lo largo de la vida muchas veces perdemos el rumbo, nos sentimos desorientados, no nos hemos convertido en quienes creíamos ser. La función sigue igual con o sin nosotros. Los días se suceden sin emociones y sin que esperemos nada de ellos. Cierto es que la vida es aprendizaje, que cuando crecemos comprendemos que se sufre menos cuanto menos se espera de la gente y nuestro entorno. Las decepciones nos hunden.
¿Cómo vivir así, sin emociones? El ser humano funciona por incentivos, por objetivos, por ilusiones. Nada tenemos si no hay nada que esperemos, que ansiemos. El móvil del día a día, la sangre de nuestro motor. Porque no hay nada más bello que la ilusión, no hay sonrisa ni alegría más sincera. Los sueños son nuestros salvavidas. Una persona no puede ser feliz sin deseos, sin afán por que llegue algo que ansía.
La vida nos da golpes, pero hay que saber defenderse no cobijándose, sino rodeándose de lo que le hace feliz a uno. Entregarnos a nuestras pasiones, rodearnos de libros fantásticos románticos que nos aíslen de nuestro personaje que tan concienzudamente nos hemos creído. Porque nada es importante, nada es tan duro, si vivimos adorando.
La felicidad se construye, no viene sola. ¿Cómo? Cubriéndonos de lo que nos hace sentir bien. Una buena película con un mensaje que nos llegue hondo no tiene precio, la música que nos cobija y nos comprende como nadie, nuestras aficiones, nuestros gustos, nuestros secretos sobre lo que más nos gustaría ser… al fin y al cabo, haciendo aquello con lo que más disfrutamos y menos nos sentimos nosotros mismos. Donde la realidad es olvido, y donde el sueño es la realidad.

Mis queridos lectores! Retorna el blog! Con más ganas que nunca de compartir con vosotros la buena música y los pensamientos.

1 comentario:

  1. Completamente de acuerdo, sin ilusiones no podríamos seguir hacia delante, nos hace caminar, luchar, sentir y vivir, debemos poner nuestra fuerza en alcanzar, sin obsesiones, las ilusiones que nos guian.

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